Hola a tod@s:
Hace días que apenas me he comunicado por este medio, y menos como lo hacía antes.
Para los que me habéis visto últimamente, sabéis que han sido días para mí, extraños. No voy a decir tristes ni nada parecido, pues en realidad ha habido de todo, así que prefiero dejarlo en extraños .Hace días que mi pensamiento volaba y me acordaba de una frase de mi hija mayor: “ Mamá, nunca más quiero volver a ir en kayak, ni volver a donde están los kayaks” Pensé que después de tanto trabajo y poco tiempo de dedicación, el mar le había traído dos corazones rotos, a ella que cuando le preguntan una palabra que empiece por A, la primera que recuerda es Amor.
Pero quiero que sepáis algo: ayer el viento era recio, y el mar a veces bravo, pero mientras surcaba las olas, mi pensamiento repetía: “mi padre es el Sol y mi amigo es el mar” y entre valles y montañas marinas sentí que mi corazón volaba. Entonces ocurrió algo: el mar me devolvió la sonrisa, ese mar que parece que se lo come todo, pero que cuando lo miras de frente te lo da todo. Ahora tengo una sonrisa para compartir con tod@s vosotr@s, con todos los que me habéis cuidado, con los que me habéis arropado, con todos los que me habéis tendido vuestra mano, y con los que lo hubierais hecho si hubieseis sabido que a pesar de estar, me había marchado. Ahora tengo lo mejor, una sonrisa para que siempre se refleje en la carita de mis hijas. Y en gran parte os lo debo a vosotr@s, a mis grandes amig@s y a los grandes corazones que habéis pasado por mi lado.
Gracias infinitas desde mi alma.
Bea
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